1. Generar confianza, esto implica pasar tiempo con sus equipos y mostrarse cercano con los stakeholders. Con sus equipos es relevante conversar más allá de temas de resultados y procesos, tener conversaciones de futuro, tener la capacidad de sentirse seguros siendo vulnerables con ellos. Se dice fácil, sin embargo, en entornos cada vez más virtuales, la rutina y las reuniones consumen el tiempo de agenda. Es por ello qué el espacio para compartir y estar juntos tienen que cuidarlo en sus agendas como el más valioso de los comités. Con su entorno escuchar es la competencia clave para poder entender las inquietudes del mismo, generar empatía y límites asertivamente, compartir valores e inquietudes es el secreto para poder conectar emocionalmente. Estos son ejemplos de algunas acciones que suman a esa confianza.
2. Claridad para transmitir lo que quiere lograr, esto implica tener flexibilidad en el cómo lograrlo y firmeza en el hacia donde quiere ir, en un mundo tan cambiante las estrategias se van flexibilizando o cambiando para adecuarse a realidades que cuando hacen la planificación no estaban en los escenarios como posibilidad, ejemplo de esto la llegada de la pandemia, el cambio climático, u otros factores externos. Tener esta claridad es insuficiente si no sabe cómo transmitirla para influenciar a sus equipos y entornos. Es por esto que además de tenerlo claro es igual de importante que pueda transmitirlo e influir en su entorno para generar sentido y propósito de logro.
3. Capacidad de aprendizaje: suena obvio, pero no lo es tanto, con los demandantes tiempos de agenda, responsabilidades y años de experiencia, no todos los líderes priorizan el tiempo que invierten en aprender y reflexionar. Dando respuesta a esta necesidad cada vez más y con mayor frecuencia el coaching aparece como una opción de valor para los ejecutivos, es una práctica que les permite parar a mirarse y desafiar patrones que ya no sean eficientes o relevantes y generar aprendizajes prácticos y profundos en conexión con el ser humano detrás del rol. Los coaches tenemos el privilegio de acompañar la soledad que implican algunos roles de liderazgo, característica que se acentúa cuanto más alto es el cargo. Otras prácticas como la agilidad también responden a la necesidad de aprendizaje, no necesariamente de ir rápido, pero sí de ir incrementando valor en lo que hacen. Existen muchas otras, hago referencia de estas por ser con las que cuento como experiencia.