Hoy quiero conversar con ustedes de la silenciosa y peligrosa Desesperanza. Lo que muestro desde de los equipos puede ser un fenómeno también individual o colectivo socialmente, así que te pido adaptes tu lectura a tu entorno y dominio donde la hayas sentido. Cuando en los equipos, parejas o familias las insatisfacciones son desatendidas o invalidadas sistemáticamente, y las voces de sus miembros dejan de ser escuchadas por los líderes o sistemas, irán perdiendo poco a poco la confianza en conversar y mostrarlas, a la vez que irán aprendiendo emocionalmente a perder la esperanza.
El riesgo que esto puede suponer son equipos, parejas o familias resignados y resentidos, dos estados de ánimo que se caracterizan por crecer en el silencio.
Algunos rasgos desde las acciones son equipos con poca capacidad de reacción en contingencias, baja motivación y alto nivel de frustración. En parejas o familias pueden verse acciones como pocos espacios para compartir, actividades paralelas, alto nivel de irritabilidad, silencios ensordecedores, ganas de estar fuera de casa.
Sea cual sea el entorno donde aparezca es importante pedir ayuda para aprender a ganar nuevas formas de abordar la situación, conectar con nuevos repertorios emocionales y generar mayor bienestar individual y colectivo. De alguna forma hay que volver a construir propósito y sentido común.
Como coach estoy aquí para ayudarte, acompañar a estos equipos y generar repertorios de mayor conectividad emocional y acciones más expansivas.
No se trata de estar siempre felices, se trata de ir aprendiendo de lo que nos duele y no nos satisface para estar en armonía. Y de poder disfrutar periodos de bienestar.
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